El Objetivo Visión Cero de la Unión Europea establece que para el año 2050 ha de alcanzarse la erradicación de los accidentes mortales en carretera. Lograr una meta tan ambiciosa requiere de la voluntad tanto de Administraciones Públicas, empresas, asociaciones empresariales vinculadas al sector de la automoción, y ciudadanía. La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y las empresas dedicadas a la prestación de este servicio también juegan un papel relevante para alcanzar estos objetivos. No en vano, la ITV permite retirar de la circulación a aquellos vehículos que no cumplen las condiciones mínimas de seguridad y suponen un peligro tanto para el conductor como para el resto de usuarios de las vías públicas.
Las cifras son elocuentes. En el año 2015, 18.757.553 vehículos fueron inspeccionados. De ellos, 3.402.932 (un 18,14% del total) no superó la ITV a la primera por presentar defectos técnicos graves viéndose obligados a acudir a los talleres para subsanar dichos fallos. En segundas o posteriores inspecciones del total de vehículos rechazados, 3.170.551 superaron la revisión al haber corregido estos defectos.
Accidentes y detección de defectos
¿En cuánto disminuye la cifra de muertes, heridos y accidentados en las carreteras españolas la reducción de vehículos con defectos graves circulando por carretera? La respuesta más aproximada la da el estudio “Contribución de la Inspección Técnica de Vehículos a la Seguridad Vial”, realizado por el Instituto de Seguridad Vial de los Vehículos Automóviles Duque de Santomauro (ISVA) de la Universidad Carlos III de Madrid. Según este estudio, las estaciones de ITV evitan al año 170 víctimas mortales, cerca de 11.000 heridos de distinta consideración y al menos 11.000 accidentes de tráfico. Este mismo estudio afirma también que si el total de los vehículos que no acuden a las inspecciones obligatorias lo hubieran hecho, podrían haberse evitado al menos 7.100 accidentes, cerca de 7.000 heridos y 110 muertes adicionales.
El absentismo es pues otro de los caballos de batalla con los que hay que lidiar para que la ITV haga una contribución aún mayor a la Seguridad Vial
El absentismo es pues otro de los caballos de batalla con los que hay que lidiar para que la ITV haga una contribución aún mayor a la Seguridad Vial. Las estimaciones señalan que entre el 15% y el 20% de los vehículos no acuden a la ITV principalmente porque, dadas las condiciones tan precarias en las que se encuentran, sus propietarios evitan la ITV para no tener que repararlos o, inclusive, darlos de baja. Las cifras de absentismo desglosadas por tipo de vehículo señalan que el 17,71% de los automóviles se encuentran con la ITV caducada, lo mismo sucede con el 21,2% de los autobuses, el 48,81% de los remolques, el 7,44% de los camiones, el 52% de las furgonetas, y el 58,89% de las motocicletas.
Reducción del absentismo
Al objeto de combatir el absentismo, AECA-ITV mantiene una estrecha colaboración e intercambio de información con la Dirección General de Tráfico (DGT). Gracias a esta colaboración, el Director General de Tráfico, anunció el pasado mes de marzo que la DGT controlará aquellos vehículos que tengan caducada la ITV o estén en situación de ITV desfavorable o negativa, mediante los lectores de matrículas en las ciudades y carreteras. En un primer aviso, se informará al conductor de la infracción, si éste no corrige la situación y reincide se le sancionará con 200 euros en caso de que tenga la ITV caducada o su resultado haya sido desfavorable (defectos graves) y se le sancionará con 500 euros cuando el resultado de la ITV sea negativo (defectos muy graves). Desde AECA-ITV tenemos el compromiso de seguir trabajando para que la ITV siga suponiendo una salvaguarda cada vez más efectiva en la seguridad en carretera y mejora del medio ambiente.