La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos, AECA-ITV, ha recopilado una serie de imágenes captadas por los inspectores de distintas estaciones de ITV a nivel nacional y que muestran los daños graves en neumáticos que han detectado en las últimas semanas. Se trata de fotografías que muestran cómo hay vehículos que circulan con las ruedas en condiciones alarmantemente peligrosas para la seguridad vial.
Desde la Asociación advierten de la gravedad de las consecuencias de que un vehículo circule con los neumáticos en mal estado y recuerdan la importancia de la labor de la ITV para detectar este tipo de situaciones. A continuación, algunas de estas imágenes y lo que estos daños en los neumáticos pueden representar para la seguridad tanto de los ocupantes del vehículo, como para el resto de los usuarios de la vía.
Daños y anomalías en la banda de rodadura
La banda de rodadura del neumático está constituida por una capa de goma con un dibujo, destinada a estar en contacto con la calzada. Constituye el único elemento de unión entre el vehículo y el asfalto. Entre sus funciones, destacan la de transmitir los movimientos del vehículo de forma segura y precisa (adherencia, frenada, guiado, tracción…). Además, su estructura debe garantizar un mínimo de resistencia a los choques y pinchazos accidentales.
- Cortes y roturas en la banda de rodadura:
Los cortes y roturas de la estructura en la cima se producen como consecuencia de un impacto accidental. Este tipo de daño puede tener una consecuencia grave, ya que puede desencadenar una perdida repentina de la presión del neumático y la posible pérdida del control del vehículo con mayor probabilidad de sufrir o provocar siniestros viales.
- Desgaste de la banda de rodadura por debajo de los límites legales:
Un desgaste excesivo o irregular en la banda de rodadura puede debilitar la estructura del neumático y tener consecuencias muy graves en las prestaciones del vehículo como la adherencia y la estabilidad. Cuando el nivel de desgaste deja a la vista las lonas de refuerzo, la estructura del neumático queda debilitada, y se puede producir un reventón repentino en circulación en cualquier momento (en curva, en la frenada, a gran velocidad…).
- Despegue de las capas y/o degradación de la goma:
Se puede manifestar en el neumático con una deformación, una separación entre las capas o por una degradación de los constituyentes de la banda de rodadura. Suele ser más frecuente en las ruedas delanteras, donde se suele llevar la tracción y la dirección del vehículo y, en especial, cuando se utilizan neumáticos no adaptados al tipo de utilización para circular por caminos u obras, patinajes en grava o piedras y también cuando se circula con una presión de inflado insuficiente.
Daños y anomalías en los flancos del neumático
Los flancos del neumático son las paredes laterales de la cubierta que unen la banda de rodadura con los talones que mantienen el neumático asentado sobre la llanta. Los flancos que permiten mantener la presión de inflado y por lo tanto soportar la carga del vehículo. Además, se ocupa de absorber parte de las alteraciones (baches, grietas, etc.) que pueden existir en la carretera y mejorar la estabilidad del vehículo aportando rigidez al neumático.
- Cortes en los flancos del neumático:
Los cortes que se aprecian en los flancos principalmente pueden tener dos orígenes:
- Como consecuencia de influencias externas como, por ejemplo, malas condiciones de la carretera, partes salientes de la carrocería o elementos afilados como piedras o cristales.
- Neumáticos trabajando con una presión excesivamente baja en los que parte del propio flanco se encuentra en contacto con la calzada. La fricción ocasionada por este contacto conlleva desgastes o roturas peligrosas.
Este tipo de roturas peligrosas provocan la pérdida brutal de la presión, lo que representa un riesgo para la seguridad vial.
- Deformaciones anormales en el flanco:
Estas protuberancias externas marcadas en el flanco indican la existencia de cables rotos dentro la estructura que forma la carcasa y son una señal de que el neumático puede reventar un cualquier momento.
Este tipo de daño suele deberse a impactos con elementos como, por ejemplo, bordillos, badenes u obstáculos en la vía. Un rodaje a una presión de inflado insuficiente hace más vulnerable el neumático a este tipo de daño.