La Inspección Técnica de Vehículos en Europa está regulada por la directiva 2014/45/UE, una normativa que todos los países miembros deben cumplir, incluida España, por supuesto. Sin embargo, nuestro país está muy por encima de los estándares mínimos que contempla la legislación europea, convirtiéndose en un ejemplo a seguir. Estudios de organismos internacionales como Naciones Unidas, la propia Unión Europea, el Banco Mundial y el Banco Iberoamericano de Desarrollo han utilizado el modelo de gestión de la Inspección Técnica de Vehículos en España como referencia.
Aunque los detalles de gestión dependen de cada comunidad autónoma, la definición general de la Inspección Técnica de Vehículos española garantiza un modelo de gobernanza muy sólido que asegura, por un lado, la fiabilidad de la inspección y, por otro, la proximidad al ciudadano. Los Servicios de Industria de cada comunidad autónoma y ENAC, la Entidad Nacional de Acreditación, son los organismos que aseguran la calidad y, en este sentido, la acreditación según la norma UNE-EN ISO/IEC 17020 marca la diferencia.
Otra particularidad del sistema de ITV es el equilibrio entre robustez y adaptabilidad de la normativa. Como cualquier actividad con un soporte legal, existe un marco de referencia que es la antes citada Directiva que se transpone en el Real Decreto 920/2017, de 23 de octubre, por el que se regula la Inspección Técnica de Vehículos. Estos textos se complementan con el Manual de Procedimiento de Inspección de Estaciones ITV que ha sido lo suficientemente flexible, por ejemplo, como para adaptar el contenido de la inspección durante la pandemia y minimizar así la presencia de los inspectores en los vehículos.
Los centros de inspección de vehículos también proporcionan servicios adicionales a la inspección periódica: la inspección por reformas, la gestión de los cambios de servicio de los vehículos, la tramitación de la matriculación de vehículos de importación, la verificación de taxímetros, la anotación en la ficha técnica, etc. Hay muy pocos países que ofrezcan un elenco tan amplio de servicios técnico-legales a los ciudadanos a través de la red ITV.
España es pionera en campos como la medida de ruido de motos, la comprobación de la velocidad máxima de los ciclomotores o la verificación de taxímetros con GPS. Cuenta con el que posiblemente sea el centro de inspección técnica de vehículos con la concepción más avanzada del mundo y algunos de los técnicos de las empresas del sector son referentes globales en temas como las emisiones de óxidos de nitrógeno, las medidas contra la manipulación de vehículos o la propulsión eléctrica.
Pero, además, tal como lo sostiene la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), que reúne a la práctica totalidad de estaciones ITV del país, el principio básico y fundamental que rige la prestación del servicio de ITV en España es el de independencia de otras actividades relacionadas con el vehículo para garantizar la objetividad e imparcialidad de su actuación.
Cada año las más de 400 estaciones de ITV de España realizan alrededor de 20 millones de inspecciones con las que se salvan anualmente 723 vidas y evitan al menos 15.641 siniestros viales y 13.110 heridos. Así lo sostiene el estudio sobre la “Contribución de la ITV a la Seguridad Vial y al Medio Ambiente”, realizado por la Universidad Carlos III de Madrid. Son cifras y datos que muestran el valor de este procedimiento de obligado cumplimiento cuyo objetivo principal es mejorar la seguridad vial y la protección del medio ambiente y del cual, los españoles deben sentirse orgullosos.
Por: Eduard Fernández, director ejecutivo de CITA (Comité Internacional de ITV)