Con la llegada de los meses fríos, el riesgo de precipitaciones aumenta y, con él, la posibilidad de sufrir un accidente en carretera por falta de visibilidad
La llegada de los meses fríos supone un aumento de los riesgos en carretera a causa del incremento de las precipitaciones, y existen ciertas claves que nos pueden ayudar a saber si nuestro limpiaparabrisas se encuentra en las mejores condiciones para poder prevenir un accidente en caso de que una tormenta nos sorprenda circulando.
Entre los elementos que se deben comprobar de manera más exhaustiva, AECA-ITV destaca los limpiaparabrisas como una parte indispensable a la hora de garantizar la seguridad vial. Y es que, a pesar de que comúnmente se piensa que el riesgo principal de la lluvia se encuentra en el asfalto, la realidad es que la reducción de visibilidad es un importante factor de riesgo a la hora de conducir en estas condiciones. Así lo indican diversos estudios, según los cuales la peligrosidad en carretera aumenta un 70% cuando se produce una tormenta.
Esto es debido a que, en ese momento, el agua puede afectar a la visibilidad del conductor a través del parabrisas, distorsionando la incidencia de la luz y reduciendo su rendimiento visual. Un factor que, en caso de que las escobillas no se encuentren en buen estado, puede verse empeorado incrementando el riesgo de sufrir un impacto, tal y como indica el estudio realizado por SEAT, según el cual el mal estado de los limpiaparabrisas puede llegar a suponer una pérdida de entre el 20% y el 30% de la visibilidad.
Consejos para detectar posibles fallos en los limpiaparabrisas
Desde AECA-ITV se hace especial hincapié en la revisión del estado de los limpiaparabrisas durante las inspecciones técnicas, tanto en el caso de las lunas traseras, como de las delanteras. Una manera de comprobar que se encuentra en correcto estado es viendo si, al accionarlo, deja rastros en el cristal, ya que esto podría indicar que la goma se encuentra estriada o que tiene algún corte. Este fallo es uno de los factores que pueden llevar a reducir la visibilidad y con solamente palpar la escobilla en busca de irregularidades o fisuras, se pueden llegar prevenir muchos daños.
Otra de las señales que indican que nuestro limpiaparabrisas no se encuentra en estado óptimo puede ser que, al ponerlo en funcionamiento, las escobillas no limpien el cristal correctamente, dejándolo emborronado o con zonas sin limpiar. Esto podría deberse a que, en muchas ocasiones, el viento se introduce por debajo del portaescobillas, produciendo un desgaste continuado, que provoca que cada vez se queden más zonas sin limpiar.
Finalmente, y quizás la que sea la señal más fácil de detectar, es el ruido de las escobillas al barrer el cristal. Si cuando están funcionando, sin importar que haya agua o no, el limpiaparabrisas produce ruido, puede deberse a que el caucho se haya endurecido por llevar mucho tiempo sin sustituirse, lo que indica que es el momento de renovar nuestro limpiaparabrisas.
Aparte de estas comprobaciones, algunos fabricantes de limpiaparabrisas, incluyen testigos de aviso de colores que, en función del mismo, indica la recomendación de la sustitución de las escobillas.